RECICLADO DE RESIDUOS DE CONSTRUCCIÓN - Noticias de la industria

El volumen de deshechos de demolición y construcción en España oscila entre los dos y tres kilogramos por habitante y día (tasa superior a la de la basura domiciliaria). Además, en España se producen anualmente unos 20 millones de metros cúbicos de este tipo de residuos, de los que no se recicla ni un 1%, y se vierte incontroladamente casi todo el resto.
 
Plan de residuos
Ante este panorama desalentador, el Gobierno puso en marcha en junio de 2001 el Plan Nacional de Residuos de Construcción y Demolición para el periodo 2001-2006 con el objetivo fundamental de reciclar el 90 por 100 de estos residuos en un período de seis años, gracias a una inversión de 400 millones de euros.
 
El Plan contempla la hipótesis de que en el año 2006 se van a generar entre 20 y 42 millones de toneladas de residuos de construcción y demolición en España.
 
Qué se puede reciclar
Para llevar a cabo este ambicioso plan, el Ministerio de Medio Ambiente encargó al CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas) un catálogo en el que especificaran los residuos procedentes de la construcción y demolición que podrían ser utilizados en ingeniería civil y obras públicas, en sustitución de materiales vírgenes. Los avances en las conclusiones de este trabajo permiten decir que, a medio plazo, más del 90% de estos residuos pueden ser reciclados de esta manera.
 
Los materiales de construcción que pueden ser aprovechados se producen sobre todo, durante la demolición, derribo, transformación o ampliación de edificaciones, calles, caminos, aeropuertos, etcétera... Debido a su heterogeneidad, los que presentan mayor dificultad son los deshechos de edificaciones. Las principales vías de aplicación de residuos contemplan la fabricación de mortero y hormigón, el árido ligero, el cemento y los ladrillos con material reciclado.
 
¿Cómo se hace?
La viabilidad técnica de las plantas de reciclaje de residuos de demolición está ampliamente probada en Europa. Sin embargo, hay otros factores imprescindibles para que estas estructuras resulten rentables: una adecuada legislación sobre los vertidos (puede ser mediante el pago de un canon) y la obligatoriedad del reciclaje.
 
La tecnología a utilizar supone una primera fase de preclasificación de materiales, trituración y clasificación final del producto de salida. El objetivo: obtener un producto similar a los áridos que se comercializan en la actualidad y que son la materia prima de los materiales de construcción.

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